Como uno de los cauchos sintéticos más populares, los elastómeros de silicona exhiben una variedad excepcional de propiedades que los hacen ideales para una variedad de industrias y aplicaciones diferentes. Conocidas por su resistencia a temperaturas extremas, las siliconas se utilizan a menudo como juntas en piezas aeroespaciales y en conductos de ventilación. También proporcionan una barrera eficaz contra los rayos UV y el ozono, y mantienen su flexibilidad en ambientes fríos. Además, las siliconas son altamente resistentes a una amplia variedad de productos químicos y no son tóxicas ni tienen olor, lo que las hace ideales para el sellado de grado médico y grado alimenticio.
Los cauchos de silicona se producen como sólidos, líquidos, pastas y grasas. Por lo general, se curan/reticulan utilizando reticuladores de peróxido (benzoílo, dicumeno, 2,4-diclorobenzoílo o peróxido de t-butilo) o catalizadores de platino para producir un sello curado duradero. Pueden modificarse mediante la adición de rellenos (como sílice pirogénica con área de superficie BET muy alta) y estabilizadores para alterar sus características de rendimiento. Se agregan retardantes de llama (como compuestos de platino, negro de carbón, trihidrato de aluminio o zinc) para reducir el riesgo de ignición en el aire caliente.
Las siliconas sólidas están disponibles en una amplia gama de durómetros, de 10 a 70 en la escala Shore A. Los durómetros más altos requieren una mayor fuerza de cierre para lograr un sello hermético. Estos tipos de empaques se usan comúnmente en gabinetes de metal y requieren un patrón de pernos preciso para garantizar una compresión adecuada. También se utilizan con mangueras de silicona en motores de automóviles, electrodomésticos de cocina, productos de ferretería y reparación del hogar y para fines médicos, incluidos dispositivos quirúrgicos.